Atrape los nutrientes: Antes de cortar las verduras, lávelas con agua y con sal para conservar sus nutrientes.
Verduras a la plancha: Cuando prepare verduras a la plancha, lo más importante es untar las verduras (y no la plancha) con aceite de oliva.
Salsas más dulces: Si quiere corregir el gusto de ácidez en una salsa de tomate, añada una cucharadita de azúcar.
Bien maduros son mejores: Para preparar salsas, el tomate ha de estar maduro; así tendrá menos ácido y se espesará mejor.
Condimentos al final: Los condimentos de las ensaladas deben agregarse únicamente en el momento de servirlas.
Rodajas perfectas y jugosas: Al rebanar tomates, hágalo en forma vertical; es decir asegurese de que el "ombligo" esté hacia arriba. Así las rodajas conservarán su forma y retendrán su jugo.
Sin bacterias: Para lavar bien las legumbres, remójelas por un minuto, como máximo, en agua clorada. Para tres litros de agua use una cucharadita de cloro.
Vegetales sin oxidación: Al cortar o picar lechugas o espinacas, evite los cuchillos. Hágalo con la mano para evitar la oxidación de sus nutrientes.
¿Cuándo refrigerar ensaladas?: Las ensaladas con carne, pollo, pescado, huevos o productos lácteos, deben mantenerse en la refrigeradora mientras se sirven. No deben de estar afuera por más de dos horas, y si hace calor, no más de una hora.
Fresca como una lechuga: Para revivir una lechuga marchita, sumérjala rápidamente en agua caliente y luego enjuáguela en agua helada con un poco de sal o azúcar. sacúdala y refrigérela durante 1 hora.
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